Ya me había propuesto muchas veces empezar un blog, normalmente de carácter más bien reflexivo, para tener un espacio donde poder divagar con la vana esperanza de que la gente que lo leyese nunca llegase a saber quien estaba detrás, pero obviamente, con esos propósitos nunca llegó a pasar de ser un proyecto absurdo en una larga lista de proyectos absurdos.
También me habría gustado poder escribir sobre la vida en otros países y las curiosas anécdotas que allí me aconteciesen, pero, no por falta de ganas, no se me ha presentado la oportunidad de vivir una temporada fuera de España. Pero todo se andará, y de aquí a unos años ya podréis leer las crónicas de una erasmus que sale de fiesta cinco días a la semana y los otros dos se los pasa de resaca, tiempo al tiempo.
Finalmente me he decantado por la idea de hacer un blog de páginas web, para poder mostrar al mundo las cosas que encuentra una cuando tiene turno de tarde y por la mañana no tiene mejor entretenimiento que rondar por los antros de mala muerte de la red. En definitiva, aquí os iré dejando el relato de vida de una universitaria con mucho tiempo y pocas cosas en las que invertirlo.
No puedo asegurar de que esto no vaya a degenerar y acabe poniendo videos , fotos y demás cosas que se salgan del plan inicial, vamos, lo que en sociología se llama desplazamiento de objetivos, como forma de salvar el blog aun a costa de defraudar a mi queridísimo (y abundantísimo) público. Bueno, después de este paréntesis de ironía, sarcasmo y autocompasión dejaré paso a lo que será la inauguración oficial de este blog.
A pesar de que estoy ansiosa por llenar esto de entradas, me contendré y solo os dejaré un link (Uno realmente bueno), que es el que me ha inspirado para empezar con esto y en el que uno puede pasarse horas y horas. A pesar de que está en francés, no tiene desperdicio.
La boite verte
